Cordones de bioplasma
¿Tendré
un “mal de ojo”?
¿Existen
las “maldiciones” y los “conjuros”?
Pues
si, estos “mal vistos” términos resultan ser el trabajo más
habitual en las limpiezas energéticas de Sitar Akash, todos estamos
expuestos, en mayor o menor medida, a flujos bioplasmáticos
contaminados por intenciones negativas, propias de los estados bajos
de consciencia.
Os
invitos a profundizar sobre las interacciones del campo aural en las
relaciones.
Las
interacciones bioplasmáticas (energia-conscienia) revelan que
estamos conectados a los demás de muchas maneras; maneras que
nuestras teorías psicológicas y sociológicas no han recogido
todavía.
Cuando
dos personas interactúan, circulan entre ellas unos caudalosos
flujos de bioplasma. Cuando las personas se gustan entre sí,
intercambian una gran cantidad de energía.
Cuando
dos personas entran en comunión, los campos se afectan mutuamente de
una forma hermosa. Las vibraciones de un campo producen cambios en el
otro, que genera a su vez cambios en el primero. Este proceso
continúa en un ciclo de retroalimentación positiva, originando
frecuencias y colores nuevos en ambos campos y aportando un gran
placer a las personas implicadas. Es muy beneficioso para ambas.
Cuando
las personas no se gustan unas a otras, generalmente tratan de no
intercambiar flujos energéticos. Pero a veces no da resultado, y se
generan fricciones entre ellas. Entonces, como la separación de dos
electrodos de alto voltaje que se dispara repentinamente mediante una
chispa eléctrica, se abalanzan uno contra otro, como un rayo. En la
comunicación violenta, los flujos de energía relacional son
bruscos, irregulares, presentan un color oscuro y penetran en el
campo ajeno como lanzas o flechas.
Si
una persona trata furtivamente de conseguir algo de otra, los flujos
serán densos, viscosos y en forma de tentáculos. Se pegarán al
campo del otro para absorber energía como una ventosa.
O
pueden ser personas frágiles y tienden a engancharse en el campo del
otro y aferrarse a él de un modo desesperado.
En
síntesis, la energía–conciencia contenida en estos flujos
bioplasmáticos se corresponde con el tipo de comunicación que se
establece entre las personas implicadas.
También
con los objetos!
Los
flujos bioplasmáticos actúan también cuando nos conectamos con
objetos inanimados, más aún con los inmuebles!
En
el momento en que decidimos efectuar una acción ( una llamada
telefónica, por ejemplo), enviamos un flujo de energía-conciencia
al teléfono, en este ejemplo. Estiramos el brazo para coger el
aparato; y esta acción se perpetúa durante todo el día. Cada vez
que nos conectamos con un objeto de esta forma, dejamos parte de
nuestra energía-conciencia bioplasmática en el objeto.
Dependiendo
del estado vital desde el cual decidimos efectuar la acción, el
objeto quedará en esa vibración, con el propósito con que se
utilizó.
Esto
es muy evidente en las casas, por eso es muy recomendable trabajar
las limpiezas energéticas de Sitar Akash en los
inmuebles, sobre todo si tenemos el propósito de cambiar de
propietarios, y más aún cuando suceden las molestas averías; o
bien para sentirnos más saludables y ligeros en nuestra propia casa.
Como
decíamos antes, Si una persona trata furtivamente de conseguir algo
de otra, los flujos serán densos, viscosos y en forma de tentáculos.
En este caso se pegarán al campo del inmueble como una ventosa.
En
las relaciones familiares
Los
cordones relacionales y genéticos entre los padres y el hijo se
generan en virtud del karma y del escenario kármico acorde con la
tarea en la vida que se presenta. Estos cordones se desarrollan entre
todos los chackras. El estado de esos cordones representa la
naturaleza de la relación que tenemos con cada progenitor. A medida
que el hijo madura a través de las fases progresivas de crecimiento,
los cordones maduran también y determinan su capacidad de
relacionarse con otras personas.
En
las relaciones insanas, hacemos un mal uso de los cordones que nos
conectan. Si utilizamos los cordones para frenar la relación, para
impedir que cambie y para mantener interacciones lentas y monótonas,
los cordones se hacen gruesos, densos, pesados y oscuros. Es probable
que la relación quede atascada en un resentimiento y un odio
contenidos.
Esto es lo que podríamos llamar “un mal
de ojo”. Incluso, puede ser que los llevamos de vidas pasadas y
se reproducen en el escenario presente como una nueva oportunidad
para liberarlos; esto es lo que se trabaja en la sanación.
A
medida que una relación se vuelve más saludable, los cordones ganan
en intensidad, están más cargados de energía y son más flexibles
y resistentes. Son muy bonitos y presentan muchos colores en las
relaciones sanas.
Las
recomendaciones para no pillar “un mal de ojo”, son parecidas a
las del constipado, mantener el campo energético estable y
equilibrado; tomando conciencia del estado de vida en que nos
encontramos y con ello, prudencia y sabiduría a la hora de
exponernos. Aún así, el karma brota, siempre en la medida en la que
estamos preparados para abordarlo.
Bioenergética
Una
meditación curativa que integra todos los niveles del campo
energético, es una técnica simple y profunda de relajación y
visualización que ayuda a aportar energía curativa a zonas
específicas de su cuerpo y a todos los niveles de su campo aural que
requieran curación.
Pueden
leer con detalle en el libro “Hágase la luz” de Barbara Ann
Brennan.
En
síntesis consiste en, tras una buena relajación hacer un tránsito
por cada chackra y hacer girar cada uno de ellos en el sentido
horario, visto desde el exterior de su cuerpo, tanto en la parte
anterior como posterior de su cuerpo, para que se muevan en espiral
uno hacia otro. Imagínese un reloj situado en el lugar de cada
chackra, y haga girar las esferas sobre el reloj. Perciba la
sensación y deje fluir la energía vital.
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